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Autocompasión vs. Autoexigencia
¿Cómo ser tu mejor aliad@?
Cuándo la gente me dice, “solo escuchate a ti misma” o “todo saldrá bien, confía en ti”, pienso, ¿saben ellos las voces que pasan por mi cabeza?. Por eso me pregunto, ¿cuántas voces tienes y qué tanto las escuchas? En el blog de hoy quiero hablar sobre esos pensamientos que llegan a la mente cuándo tenemos metas nuevas o simplemente cuando nos despertamos con más pensamientos de lo común, en la psicología cuando los pensamientos son “violentos” o nos causan un sentimiento de estrés, se le conoce como pensamientos intrusivos, este concepto yo lo he comenzado a usar en mi día a día, porque me permite, hacer la diferenciación entre los pensamientos que si debería de escuchar y los que solo pasan como pasan las nubes.
Entonces, hoy te quiero hablar sobre la autocompasión y la autoexigencia, las diferencias entre ellas y ¿cómo podemos usarlas en nuestra vida?. Partiremos en este blog desde los conceptos y su significado, así como también la diferencia entre ellas. La Real Academia Española, distingue la compasión como el sentimiento de ternura o pena ante los malestares de alguien, entonces la autocompasión viene del poder sentir estas emociones en nosotros mismos y sobre todo aceptar nuestros males como aceptamos o cuidamos los de los demás. Al tener esta habilidad en nuestra práctica, no significa que nos sentiremos mejor que nuestros amigos, familiares o compañeros, si no tratarnos bien y mantener el diálogo interno gentil cuando existan situaciones difíciles. Kristin Neff, una pionera en este concepto y profesora de la universidad de Texas, explica que la autocompasión se divide en tres aspectos: el sentimiento de pertenecer a la humanidad (lo contrario al aislamiento), la auto amabilidad en lugar de la autocrítica, y la atención plena o mindfulness.
Por otro lado, la autoexigencia se define cómo, imponer metas muy altas y ser demasiado críticos, dejando a un lado nuestras habilidades o talentos. Esta podría decirse que es el obstáculo principal de la autocompasión plena, ya que cuándo caemos en este sentimiento o manera de pensar, dejamos de considerarnos seres humanos por buscar una perfección que es difícil o imposible de alcanzar. La sociedad en la actualidad se rige por la presión, los estándares de belleza y la perfección, esto es premiado insuperificialmente, por lo que ser autoexigente se vuelve no un síntoma si no algo aplaudido por los demás.
En un estudio hecho por la Universidad Europea de España, se elaboró un estudio con atletas de alto rendimiento, dónde los psicólogos del programa buscaban encontrar una relación entre la autocompasión, el rendimiento y la calidad de vida de los atletas. Se juntó a 72 atletas de diferentes áreas y género, que participaron en entrevistas y cuestionarios sobre su autocompasión, después participaron en un programa focalizado en promover estas habilidades ante situaciones de estrés para prevenir la rumiación y la autocrítica en ellos mismos, al finalizar el tratamiento se demostró que el rendimiento de los atletas y sobretodo su calidad de vida, mejoró ante la práctica de la atención plena y la habilidad de poder sentir compasión en momentos difíciles en entrenamientos y competencias.
A continuación, explicaré algunos ejercicios que fueron usados en el estudio basándose en el método de Kristin Neff para mejorar la calidad en nuestros pensamientos y que así comencemos un proceso de menos autocrítica para vivir con la habilidad de aceptarnos plenamente.
Como primer ejercicio, te invito a que escribas una carta dónde te escribas a ti mismo, utilizando palabras de apoyo y compasión como lo harías con tu mejor amigo, imaginándote que quién te pide el consejo es él o ella. Esto nos permitirá comenzar una práctica de un lenguaje más gentil en nuestro diálogo interno y mejorar la autoimagen que tenemos ante situaciones complicadas.
En segunda opción hay un ejercicio más práctico que podemos integrar en nuestro día a día, crea una frase que te sirva de apoyo que podrás utilizar en momentos de estrés, como por ejemplo “es un momento temporal” o “todos pasamos por situaciones difíciles”, estas frases aplican el segundo concepto de la autocompasión que es el sentimiento de pertenencia a la humanidad, ya que pensando que nuestra situación es temporal o poniendo en perspectiva por lo que estamos pasando podemos recordar quién somos y regresar al momento presente.
Para concluir el blog, quiero invitarte a reflexionar sobre la siguiente cita e intentar alguno de los ejercicios mencionados, o bien, que comience tu viaje sobre la autocompasión y cómo acercarte a ella poco a poco.
“Recuerda que te has criticado a ti mismo durante años. Intenta aprobarte a ti mismo y ver qué sucede” – Louise L. Hay
- Vista de Grado de autocompasión en deportistas de alto rendimiento lesionados. (n.d.). https://www.mlsjournals.com/Sport-Research/article/view/645/284
